Parece que la cultura fitness ahora también tiene aplicación en el reino animal.
Una tortuga verde marina, de 19 años, llamada Cammy, que se encuentra en el acuario SeaLife de Manchester (Inglaterra) fue sometida a una estricta dieta que prepararon sus cuidadores porque durante la cuarentena subió bastante de peso.
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El animal, que aumentó su grasa corporal exactamente por sus zonas laterales y traseras tendrá que seguir una dieta basada en 110 gramos de lechuga y 550 gramos de coliflor, brotes y brócoli.
Además, Cammy también deberá acatar una rutina de ejercicio que la obligará a moverse con mayor regularidad.
Se trata de un entrenamiento personal que consiste en colocarle, en su camino habitual, bloques de hielo estratégicamente ubicados, para que deba esforzarse a moverse. Asimismo, sus cuidadores también van a esconder sus legumbres favoritas en ciertos espacios de difícil acceso para que deba luchar en obtenerlas.
Según confirmó Shropshier Star. Ernie, la pareja de Cammy, comerá lejos de ella, a la vuelta del acuario, para evitar que el animal con problemas de peso no le robe la comida.
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Brendan Malon, cuidador de Cammy, aseguró que esta tortuga siempre ha tenido un buen apetito, pero se ha excedido por comer demasiados brotes, un alimento que le encanta. Según indicó, el problema de peso también puede deberse a que la tortuga se alimenta de cualquier cosa que se le atraviesa.