Nada más delicioso que una siesta mientras cae la lluvia.
Sin duda alguna, muchas veces nos hemos preguntado por qué se puede tener un sueño más agradable cuando se duerme durante una noche lluviosa, sin en ese momento hace más frío y hay mucho ruido por las gotas del aguacero.
Pues las repuesta a esta pregunta está relacionada con los sentidos del cuerpo humano, los cuales son afectados de acuerdo al clima, pues un día agobiante altera las hormonas y la serotonina del cuerpo, impidiendo la estimulación de vitamina D que es la encargada de controlar y producir emociones para regular el estado de ánimo.
“En la época de nuestros antepasados, cuando todo se encontraba en calma, sin amenazas, lo único que podían escuchar eran los suaves ruidos de la naturaleza, como el viento, el agua y los pequeños animales. Estos sonidos no son una amenaza, por lo que ayudan a relajar a la gente. Es como si estuvieran diciendo no te preocupes’’, explicó Orfeu Buxton, investigador de desórdenes del sueño de la Universidad de Harvard.
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Existen tres elementos que hacen que la lluvia produzca un mejor sueño en las personas.
El sonido del chapoteo de la lluvia crea una reacción de cansancio y pesadez, disminuyendo la frecuencia hormonal del cuerpo y la actividad cerebral.
La falta de sol en el espacio ocasiona que el cuerpo humano deje de producir melatonina, hormona encargada del sueño. Si el día está nublado el cuerpo no emite señales de que ha amanecido.
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El olor a tierra mojada también influye en el organismo, la combinación del agua lluvia y la tierra crean un olor a ozono lo que representa en el cerebro una molécula de limpieza, por lo tanto de agrado.
Con la unión de los tres factores biológicos, el ser humano desarrolla un mecanismo de defensa y tranquilidad en el organismo que ocasiona indirectamente que el cuerpo descanse y se sienta más a gusto cuando el clima esta frío y es acompañado de una leve lluvia.