Las personas Intolerantes tienden a reaccionar con agresividad.
Aunque no son solo las mujeres las víctimas del maltrato de pareja, pues los hombres también lo sufren, información de Medicina Legal indica que la mujer corre mayor riesgo de maltrato físico, psicológico, económico o verbal.
Un informe de la entidad dice que en 2018 del total de valoraciones que se realizaron, el 86,08% (42.753) fueron a mujeres. Estos números indican que por cada hombre que denunció fueron seis las mujeres que lo hicieron.
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"Las causas que desencadenan estos actos son múltiples. Existe mayor prevalencia agresiva en personas que abusan de sustancias psicoactivas y, en el caso del alcohol, la relación entre consumo y comportamientos violentos está bien documentada", dice al respecto Demis Certuche, psicólogo de la Fundación Universitaria San Martín.
El experto agrega que se ha observado que el consumo de alcohol y drogas influye en el aumento de la violencia en la población en general. Además, destaca que otro factor puede responder a la inseguridad de la persona que maltrata.
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Estos son algunos de los comportamientos más comunes por los que se pueden identificar a las personas agresivas:
Intolerantes: No respetan opiniones, actitudes o comportamientos de otras personas. Están llenas de prejuicios y la vía de la conciliación no es la alternativa cuando contradicen sus ideas. En este punto pueden reaccionar con agresividad.
Camaleónicas: Sin generalizar, pues pueden ser casos puntuales, estas personas suelen ser tolerantes y encantadoras en la etapa inicial de la relación, pero gradualmente es actitud puede cambiar.
Autoritarias: En este punto vuelve la falta de conciliación. Son personas que están ordenando siempre aunque sin un punto de vista objetivo. Su criterio personal está por encima de los otros. Tienden a inducir a su pareja a los asuntos de su preferencia aún cuando no parezca coherente.
Dicotómicas: Pueden ser personas que polarizan y no van, en muchas casos, con los puntos intermedios. Además, suelen tomar con burla las ideologías, creencias u opiniones de los demás.
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Sin empatía: Son personas que con mucha dificultad se relacionan afectiva o emocionalmente con otros.
Dependientes: Este es un punto muy común, aunque no universal, pues la personalidad del maltratador puede tender a ser dependiente de su círculo más cercano. En casos específicos puede recurrir al maltrato económico.
"Dependiendo del tipo de maltrato se pueden iniciar estrategias que corten la cadena de abuso. Es muy fácil juzgar a las personas que no toman medidas para salir de una relación nociva, pero pocos son los que se detienen a analizar cuál o cuáles son los motivos para soportar el maltrato", añade Certuche como argumento a una de las razones por las que en muchos casos el maltrato no es denunciado.
Otros factores abarcan la personalidad amenazadora, la transgresión de los límites personales en tiempo y espacio, además de los celos, el perfil controlador o el doble sentido para representar un disgusto. Muy común también son las mentiras, que pueden darse en historias recurrentes fuera de lo común o sin coherencia.
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Los tipos de maltrato más comunes son el físico y el psicológico, además del económico, que puede ir desde el control hasta el abuso, y hasta usando el vínculo para pedir préstamos a personas cercanas.
Además, la persona que continúa en este tipo de relación, que en la actualidad llaman 'tóxica', generalmente depende de factores económicos, prejuicios sociales, miedo a hacerse más daño (dependencia emocional), que se dé una venganza que afecte a una persona cercana o falta de apoyo.
"Mejorar la autoestima y recuperar la confianza, además de potencializar habilidades de resolución de conflictos y superar las experiencias traumáticas producidas por la violencia psicológica serán determinantes para hacerlo", concluye el experto.