Y que de grandes nos quedan gustando.
Como por ejemplo antojarnos de lo que nos restringen, así no lo necesitemos, ni en el fondo tenemos ganas de hacerlo.
Desde ayer en la tarde estaba viendo como en redes sociales nuevamente volvían a anunciar las de restricciones para este fin de semana debido a aceleración de contagios de Covid-19, cosa que era obvia: Los colombianos no es que seamos los más disciplinados en esto de tomar las medidas necesarias para superar de manera efectiva esta pandemia. Es más, nuestros protocolos de seguridad al día de hoy se reducen a un potecito de antibacterial en la entrada de cualquier parte. Nada más.
Así que era obvio que en cuestión de días comenzaran de nuevo las restricciones y con ellas la inconformidad de muchos.
De los mismos creadores de cuando anuncian ley seca y todos nos vamos en manada a la tienda a acabar con las existencias de cuanto licor se nos ponga en frente, o cuando nuestra mamá nos prohibía salir con determinada guaricha, allá estábamos. Enamorados teniendo citas a escondidas aún sabiendo que era la persona que menos nos convenía.
No es sino que nos digan: No puede hacerlo cuando estamos poniéndole toda la intención por llevar la contraria, por el solo hecho de hacerlo.
Les hice un recorrido por las cosas que les llevamos la contraria, y que nos hubieran evitado muchos dolores de cabeza
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¿Qué mañas tienes?
Caro Agudelo y los practicantes