Desconexión Íntima: La Generación Z rechaza la sobresaturación de contenido explícito.
Un reciente estudio de la Universidad de California ha desatado una conversación sobre la relación compleja que la Generación Z mantiene con “Las relaciones íntimas” y la representación de estas en los medios audiovisuales. Aunque el mantra del marketing sostiene que "el Se.. vende", parece que este principio está perdiendo terreno entre los jóvenes de 13 a 24 años, quienes muestran un creciente hartazgo ante la omnipresencia de contenido explícito en las pantallas.
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La generación Z abarca a aquellos individuos nacidos a finales de la década de 1990 e inicios de los 2000 (1995-2000). Se caracteriza por su familiaridad temprana con el uso de tecnología digital, internet y plataformas sociales desde una edad muy temprana.
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El informe, titulado "Teens & Screens: Romance or Nomance", revela que el 47,5% de los encuestados considera que las relaciones íntimas y el romance son excesivamente prominentes en los medios audiovisuales, mientras que el 51,5% preferiría ver representaciones de "relaciones platónicas y de amistad". Esto marca un cambio significativo en comparación con la creencia común de que el deseo carnal es un anzuelo efectivo para atraer a la audiencia joven.
La fundadora y directora del Center for Scholars and Storytellers de la UCLA, Yalda T. Uhls, destaca que la encuesta revela el deseo de los adolescentes de ver más y diferentes tipos de relaciones en los medios que consumen. Además, un 44,3% expresó que el romance se utiliza "en exceso", y un 39% busca más representación de personajes arrománticos o asexuados en la pantalla.
La columnista de The Guardian, Bárbara Ellen, acuña el término "puriteens" para describir esta actitud contrastante con la apertura de los millennials frente a las relaciones carnales. Según ella, la Generación Z, a pesar de su apertura a definirse en términos de sexualidad y género, parece ser reacia a experimentar en la práctica.
El doctor Justin J. Lehmiller sugiere que el creciente desinterés por estos temas entre la Generación Z puede relacionarse con factores como el aumento del uso de la tecnología, la sobreprotección parental, la incertidumbre económica y la ansiedad sobre el futuro del planeta. Aunque la psicóloga Esther Gonzalo reconoce el interés claro de los jóvenes en las relaciones íntimas, destaca que va más allá de la práctica en sí, centrándose en la búsqueda de identidad y afectividad.