Aprender a esconder la plata de nosotros mismos es una opción viable, parece chiste, pero no es así.
La infidelidad financiera ocurre cuando algún miembro de la pareja le oculta información al otro de sus transacciones y gastos especialmente cuando estos son de mayo de cuantía.
De acuerdo con una encuesta realizada en 2007 por la compañía de pagos online, PayPal, el 82 por ciento de los entrevistados dijo que mintió a sus cónyuges acerca de las compras y los gastos. La mayoría de los encuestados dijeron que su esposa estaba usando el dinero para controlar su relación.
Según una encuesta realizada en 2005 por la organización Harris Interactive, en los Estados Unidos, de casi 1.800 personas, aproximadamente uno de cada tres adultos había mentido a su pareja acerca de cuánto dinero se gastaban en ellos mismos o en sus hijos. Aproximadamente uno de cada cuatro adultos consideró a este tipo de infidelidad peor que la de tipo sexual.
El problema, según expertos norteamericanos en divorcio, es que esa conducta puede conducir a grandes mentiras, grandes deudas y a la posibilidad del engaño emocional.
Un estudio publicado en Chile por la Universidad de Talca, en Mayo de 2010, reveló que uno de cada cuatro chilenos ahorra dinero sin que su pareja se entere. Los montos ahorrados a escondidas van desde $200.000 a más de $ 3´000.000. Dependiendo del ingreso. A nivel mundial, la tendencia se repite: una encuesta en Inglaterra mostró que el 61% de los británicos acumulaba dinero en secreto y en una investigación efectuada en Estados Unidos, más de un tercio admitió que sólo ellos sabían cuánta plata tenían en el banco.
Según la encuesta, el 45,4% de las mujeres ahorra dinero sin que su pareja se entere, algo que hace sólo el 29,7% de los hombres. La misma tendencia se registra en Inglaterra: el 69% de ellas mantenía ahorros secretos, comparado con el 53% de los hombres, según una encuesta realizada el 2003.
Actividades conjuntas como la planificación financiera proactiva, la elaboración de presupuestos, la discusión, orientación y conciencia de los miembros de la pareja sobre su actitud hacia el dinero, puede ayudar en la racionalización de los gastos y la consolidación financiera si los miembros están abiertos a la discusión honesta y al compromiso.