Las gatas calicó, conocidas por su pelaje tricolor en tonos naranja, negro y blanco, son consideradas como señal de buena suerte.
Uno de los misterios que rodean a los gatos calicó es la razón por la cual la gran mayoría de ellos son hembras. La explicación reside en la genética. Los colores de su pelaje están determinados por los cromosomas sexuales que heredan de sus padres. Los gatos calicó, al tener un patrón de colores tan distintivo, resultan del proceso de inactivación del cromosoma X, lo que significa que, en la mayoría de los casos, estos gatos son hembras.
La verdadera magia de las gatas calicó va más allá de su genética. Según cuentos populares, especialmente entre los pescadores japoneses, las gatas calicó son símbolos de buena fortuna. Pero la historia más notable se remonta al antiguo Tíbet.
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En el siglo XII, en un monasterio tibetano donde los monjes estaban atrapados en interminables discusiones teológicas, decidieron hacer un ayuno colectivo en busca de la iluminación. Sin embargo, el acuerdo parecía inalcanzable. Fue entonces cuando una gata calicó y sus crías, también tricolores, aparecieron en la puerta del monasterio.
Los monjes inspirados por la presencia de esta felina, decidieron cuidar de ella y adoptarla como una especie de ofrenda. Uno de los monjes, después de una profunda reflexión, llegaron a la conclusión de que el patrón tricolor del pelaje de estas gatas tenía un significado divino.
Para ellos, el blanco y el negro representaban el yin y el yang, un símbolo de equilibrio entre opuestos. El color naranja simbolizaba la tierra, el lugar donde habitan todos los seres humanos. Así, la unión de estos tres colores representaba la posibilidad de que las personas fueran tolerantes hacia las opiniones y diferencias de los demás, en lugar de discutir. Esta creencia llevó a la creación de un lugar lleno de armonía.
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Además, el hecho de que todas las crías fueran hembras se interpretó como un símbolo de la capacidad de las mujeres para dar vida, un signo de cambio y regeneración. Desde entonces, las gatas calicó han sido consideradas como un emblema de armonía y tolerancia en los hogares, encarnando el espíritu de unión y equilibrio.