Sus nombres se han puesto en medios internacionales, en importantes pasarelas y hasta en el clóset de reconocidas celebridades.
Son muchos los referentes que aparecen cuando se piensa en diseñadores colombianos que han llevado lo mejor de la cultura y el diseño nacional al exterior. Muchos se han abierto un espacio importante y cada vez surgen más nombres de talentos jóvenes que empiezan a ganar proyección.
Nombres como el de Silvia Tcherassi se han convertido en toda una institución, al que se han sumado otros como Esteban Cortázar, Pepa Pombo, Nancy González, Edgardo Osorio y Johanna Ortiz, tal vez una de las diseñadoras que más está marcando la parada en la actualidad y que está llevando su negocio a otro nivel en el extranjero.
Años de trabajo, experiencia, diseños únicos e identidad propia han sido las claves para que estos diseñadores dejen huella, pero también el hecho de llevar su ADN colombiano con orgullo y marcar la diferencia con la calidad de sus prendas, que seducen con materiales, detalles y elementos significativos de la cultura de nuestro país.
"Nosotros hemos sido siempre destacados por nuestra confección, hemos sido muy buenos a nivel de sastrería, imitando los estilos europeos y los estilos americanos, pero en el momento en el que empezamos a incorporar esa labor sartorial con las labores artesanales de nuestra tierra, los tejidos especiales, los materiales, haciéndole el honor a tan distintas culturas, ahí es cuando empezó a lograrse ese encanto tan grande y tan único; en ese momento en el que empezamos a mostrar lo nuestro, empezamos a crear la gran diferencia en materia de moda", destaca la especialista en moda, Kika Rocha.
En entrevista con La FM, la también periodista indicó que es consciente de que son muchos los diseñadores exitosos en el exterior, pero algunos han logrado destacarse mucho más.
La barranquillera Silvia Tcherassi es una de las más grandes referencias de moda colombiana en el exterior y su carrera ha sido motivo de inspiración y orgullo.
La diseñadora lleva más de 30 años en la industria y su llegada al mercado internacional se dio de forma muy natural y sin ningún tipo de estrategia ni revelaciones, aseguró a La FM la misma Tcherassi.
“Empecé haciendo camisetas y luego fui creando nuevas prendas en materiales nobles como el lino. Así de una forma orgánica, fui desarrollando una colección donde se podía percibir una visión, una aproximación individual en términos de estilo… Desde ese momento era consciente del potencial que tenía y que quería proyectarme internacionalmente”, contó.
Tcherassi nunca tuvo un plan de negocios a la mano, pero sí sabía exactamente a dónde quería llegar.
“Mis primeros grandes pedidos incluso fueron al extranjero, a Brasil y a Aruba. En forma paralela, se dieron los primeros pasos para la creación de una marca y crear una estructura productiva sólida que permitiera desarrollar esa visión. Empecé a presentar mis colecciones en Colombia y en otros países como Alemania y Polonia y luego de ganar el premio New Star in Fashion en el Miami Fashion Week, abrí mi primera boutique en Miami y escogí esa ciudad como punta de lanza para la expansión internacional”, expresó sobre su llegada al mercado estadounidense, al que le siguieron presentaciones en Milán y París.
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Los diseños de Silvia Tcherassi han llegado al armario de personalidades tan importantes como la reina Rania de Jordania, Olympia de Grecia, Máxima de Holanda y estrellas como Dua Lipa, lo que ha significado para la diseñadora un reconocimiento a la calidad de su producto y un reflejo del posicionamiento de su marca.
“En el caso de la reina Rania es una doble satisfacción porque no solo es una de las mujeres mejores vestidas del mundo, sino que es alguien a quien admiro mucho por su trabajo en favor de la educación. Y no puedo negar que el hecho de que estrellas de gran popularidad internacional como Jennifer Lopez o Jessica Alba usen tus diseños tiene un gran impacto en términos mediáticos y de redes sociales. En el caso de la princesa Olympia, de Pauline Ducruet (hija de Estefanía de Mónaco) o Dua Lipa, es también el reflejo de que la marca está perfectamente sintonizada con el público joven, que es muy conocedor y exigente”, aseguró.
Aunque su éxito en el exterior es innegable, la diseñadora sigue conservando su 'colombianidad' y en especial su “esencia Caribe”, que forma parte del eje de su marca.
“Colombia, su arte y su cultura siempre me han inspirado, bien sea el colorido de Botero, la magia de García Márquez o la invitación a la reflexión de Doris Salcedo. También he tenido la oportunidad de trabajar con las mujeres de la comunidad Wayúu en La Guajira y los artesanos de Usiacurí, Atlántico, y me siento orgullosa de que el resultado de estas colaboraciones que empecé así casi diez años se haya materializado en productos de lujo de esencia artesanal y hayan creado nuevas categorías de productos y oportunidades de negocios para ellos”, expresó.
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A donde quiera que vaya, Tcherassi lleva su toque colombiano y espera seguir cultivando muchos más éxitos. Además de la moda, la diseñadora se posiciona en el negocio de los hoteles y su línea hogar. Ha colaborado con varias marcas europeas como Castañer, Gia Couture y Rosántica, y se siente atraída por el mundo de los perfumes, en el cual le gustaría incursionar "cuando se den las condiciones".
Otro de los nombres que sale a relucir en el exterior es el del bogotano, considerado por la misma Kika Rocha como “nuestro niño prodigio de la moda”, pues empezó a trabajar en su carrera desde los 15 años y se ha codeado con los mejores alrededor del mundo.
Sus creaciones han vestido a celebridades como Naomi Campbell o Cindy Crawford, unas de las primeras que las lucieron, y a otras estrellas entre las que están Eva Longoria, Madonna, Beyoncé, Rihanna y J Balvin.
Cortázar ya ha sido protagonista de varios momentos en la Semana de la Moda de París y ha estado en otros importantes eventos de moda internacionales, a los que ha llevado sus diseños llenos de referencias a la cultura colombiana.
El listado de sus logros es muy amplio y sin duda le han servido para convertirse en un gran ícono de la moda nacional.
En diciembre de 2018 lanzó una colaboración con la marca Seven Seven inspirada en Cartagena, lo que demuestra que, aunque tiene una carrera exitosa en el exterior, sigue rindiendo homenaje con su trabajo a la tierra que lo vio nacer.
“La colección incluye todo lo que imagino cuando pienso en Cartagena, en su vibrante y sensual actitud y escenario. Los vestidos evocan la idea de bailar salsa, estar enamorados o la simple idea de comodidad y despreocupación. Las camisas estampadas para hombres y mujeres, junto con pantalonetas de baño, trajes de baño y pareos dan el ambiente sexy y la vibra tropical que tiene Cartagena”, declaró Cortázar mediante un comunicado de prensa oficial sobre esa colección.
La caleña fue la encargada de abrir la más reciente edición de Colombiamoda, y no es para menos, pues es en la actualidad una de las diseñadoras con mayor impacto en el exterior.
Su éxito no solo se ha dado por la calidad y originalidad de sus diseños, sino también por los buenos resultados de exportación de sus colecciones. El 90 % de su producción llega a países como Estados Unidos, Italia, Francia, Alemania, China, Grecia y Turquía, y ha tenido un gran volumen de ventas no solo en tiendas de lujo, sino también en comercios online como Net a Porter y Moda Operandi, que permiten comprar directamente desde las colecciones de pasarelas de los diseñadores.
“Los últimos cinco años para Johanna han sido estelares y se ha convertido en un símbolo tan interesante en tan poco tiempo, como si fuera una Carolina Herrera. Es de las diseñadoras de Moda Operandi que está revolucionando y la más vendida”, cuenta Kika Rocha sobre la colombiana, a la que define como un símbolo de la feminidad latina y la elegancia.
Ortiz ha incursionado en varias categorías como accesorios, joyas, zapatos y carteras, y su nombre ha llegado a oídos de personalidades como Michelle Obama, Nicole Kidman, Sofía Vergara, Olivia Palermo, Amanda Seyfried, Julia Roberts y Sarah Jessica Parker.
La moda, en especial, ha logrado llevar al exterior elementos, materiales y productos muy característicos y tradicionales de Colombia.
Para la muestra, recordamos aquella vez en la que la presentadora estadounidense Oprah Winfrey lució en la portada de su revista un sombrero vueltiao de grandes proporciones y fue fotografiada por el colombiano Ruven Afanador.
Este accesorio es tan solo uno de los tantos que ahora marcan tendencia en otros países y que han llamado la atención por representar la cultura y el trabajo artesanal de distintas comunidades.
Mucho antes de ver a Winfrey con el sombrero, Kika Rocha recuerda el caso del diseñador francés Jean Paul Gaultier, uno de los primeros en llevar este accesorio colombiano a sus pasarelas, y al que le han seguido los pasos otros modistos.
Las mochilas arhuacas, el canasto ‘cuatro tetas’ y el sombrero Wayúu son otros de los productos que han cobrado protagonismo en pasarelas internacionales e incluso en el clóset de estrellas del entretenimiento como Beyoncé y su hija Blue Ivy.
Y la influencia colombiana va más allá: “Materiales como la caña flecha ya no están solo en el sombrero vueltiao; esta ha servido para hacer otro tipo de productos como bolsos, zapatos, billeteras, etc. Están dándole una vuelta espectacular a materiales que se usaban para una sola cosa”, destaca Kika Rocha.
El camino abonado es innegable y la evolución de la moda colombiana y sus representantes ha dado mucho de qué hablar, aunque todavía faltan muchos desafíos para seguir creciendo.
En palabras de Silvia Tcherassi, la moda colombiana está pasando por un buen momento y “es increíble que, sin tener el tamaño de México y Brasil, en poco tiempo la moda hecha en el país tiene más reconocimiento internacional”.
“Se nota el deseo de tener un lenguaje propio y de desarrollar propuestas originales que tengan acogida por fuera de nuestras fronteras. Podría decir que la gran mayoría de las marcas colombianas tienen sus ojos puestos en las exportaciones y esto genera divisas y trabajo para el país, además de ser la moda una gran embajadora del talento colombiano, nuestra cara creativa y emprendedora”, agregó.
La diseñadora barranquillera reconoce que la industria es muy competitiva y que para seguir avanzando es importante que el gobierno y los gremios del sector trabajen con objetivos a largo plazo.
“Se requiere un calendario unificado de eventos de moda a nivel nacional, una industria del modelaje de estándares internacionales y un periodismo de moda cada vez más especializado”, concluyó.
Por ahora, los grandes diseñadores colombianos seguirán llevando sus propuestas a otras latitudes y preparando el terreno para nuevas promesas. Adriana Castro, Paula Mendoza, Claudia Trejos y Lina Osorio son, según Kika Rocha, algunas de las que tienen una gran proyección internacional.
La barranquillera Silvia Tcherassi lleva más de 30 años de carrera en la moda y es una de las más representativas en el exterior.
Johanna Ortiz fue la encargada de abrir la más reciente edición de Colombiamoda, en Medellín.
Una de las características más notables en sus creaciones es la presencia de volantes y arandelas.
La carrera de Esteban Cortázar ha sido destacada en la Semana de la Moda de París y en otros importantes eventos de moda.
La diseñadora Nancy González es otra de las colombianas que ha tenido éxito en el exterior. Sus carteras le han dado fama y las han lucido estrellas como Dove Cameron, Kylie Jenner y Khloé Kardashian.
Pepa Pombo es también una institución de la moda colombiana, que sorprende con su integración de generaciones de la mano de su hija, la también diseñadora Mónica Holguín.
Aquazzura es la marca de zapatos del barranquillero Edgardo Osorio, quien se encuentra radicado en Italia y ha cautivado a personalidades como Meghan Markle.