Este empresario francés cuyo nombre por seguridad no puede ser publicado tomó prestado el celular de su esposa y entró desde ahí a su propia cuenta de
Uber para pedir un servicio ya que su celular se había descargado. Al terminar cerró la sesión y todo volvió a la normalidad. Lo que nunca se imaginó era que
un error de la plataforma le iba a permitir a su esposa seguir recibiendo por equivocación los mensajes de todos los trayectos que su esposo realizaba.
De esta manera la mujer se enteró que el hombre le estaba siendo infiel y le pidió el divorcio. Ahora están en el proceso de separación y el francés por su parte impondrá una demanda a
Uber por 45 millones de Euros pues según él fue ese error de la plataforma lo que hoy le costó su matrimonio.
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Publicado: 2017-02-09