Tienes que aprender a ser sincero y no confundir tus sentimientos.
Muchas veces confundimos el sentimiento del amor cuando en realidad se trata de un capricho. Entre los dos existe una delgada línea, pero el amor es un vínculo que se genera a un largo plazo y permite que la relación crezca.
En cambio el capricho es una emoción que es inmediata y, que nos maneja las emociones y nos impulsa a ser menos racionales.
Antes de aprender a diferenciar estas emociones tienes que ser sincero contigo mismo, para que no te confundas más adelante.
Amor: Aceptas a tu pareja tal cual es, con sus defectos y cualidades, sin estar comparando y tratándolo de cambiar por alguien más guapo, además permite que exista un tipo de libertad, no usas actitudes para controlarlo, llegar al punto de ser posesiva, respetas el tiempo libre. Cuando ya compartes todas tus experiencias, detalles y dejas el egoísmo a un lado, pasa a ser el mejor amor.
Leer también: ¿Qué tan sano es tener una relación clandestina con el ex?
Capricho: Lo primero que te gusta es el físico, no le encuentras ninguna imperfección, pero su personalidad, hobbies, y de su interés no te importan y pasa a segundo plano, cuando discuten siempre le das a entender que tienes la razón, y que no te importa el punto de vista que él tiene, además varias veces te ha pillado haciendo berrinches. Solo buscas en pasar el rato, pero si no te sientes a gusto, no te estimula de la mejor manera pierdes las ganas de estar a su lado.
Andrés Córdova, psicólogo clínico y experto en terapias de pareja, dijo que se desconoce si es que las relaciones parten como un capricho. Sin embargo, sí se inician en un escenario en que la idealización del otro es lo más importante.
"Probablemente hay una exacerbación de las cualidades y una posible anulación de los defectos de la persona”, afirmó el experto.
De ahí entonces la importancia de parar al momento de establecer qué tipo de sentimiento o emoción se está sintiendo por alguien.