Esta vez la curiosidad no mató al gato, sino a un curioso hombre.
Por azares de la vida, un misterioso libro paranormal llegó a las manos del ocultista Harly Warren, amigo de Randolph Carter, quien ojeando el texto escrito en hebreo descubrió, que en una de las criptas del cementerio había una especie de pasadizo que conecta al mundo terrenal con el 'inframundo', donde presuntamente hay gran presencia de criaturas demoníacas.
Un poco emocionados con el descubrimiento, los dos hombres decidieron ir a investigar y al llegar al cementerio sobre la media noche, tuvieron que levantar del piso una pesada baldosa que cubría una de las bóvedas. Posteriormente, unas escaleras parecían llevarlos hasta lo más lejano del mundo terrenal, sin embargo, un poco temeroso por lo que podría suceder, Harly Warren pidió a Randolph Carter quedarse en el exterior, mientras él descendió alumbrando el camino con una linterna.
Los amigos que tenían comunicación por medio de una especie de teléfono, tuvieron una extraña conversación pasados unos minutos, pues Warren aseguró estar viendo algo realmente asombroso y a la vez monstruoso.
Hasta ahí todo parecía normal, sin embargo, en la segunda comunicación que tuvieron los amigos minutos después, extrañamente Harly Warren pidió a Randolph Carter que se fuera del lugar, pero él no lo hizo y mientras el hombre trataba de entender lo que sucedía, escuchó una extraña voz diciendo: "Soy legiones"
Luego al pasar unos minutos, Randolph Carter escuchó nuevamente una voz desde el fondo de la bóveda que le dijo: "Insensato, Warren ya está muerto".
Un libro les reveló un secreto paranormal y en su intentó por descifrarlo, un hombre murió