Esta patología hace que el cuerpo no sea capaz de moverse a pesar de que uno está despierto.
Llega la noche, el momento ideal para dormir. Sin embargo, existen situaciones que pueden alterar el sueño y en donde, a pesar de que nos podemos despertar, nuestro sistema no llega a reaccionar, a esto se le conoce como la parálisis del sueño.
Durante el sueño existen dos fases; la primera de ellas es la de Movimientos Oculares Rápidos (REM, por sus siglas en inglés). En casos de parálisis de sueño, los músculos se quedan quietos, al parecer para impedir que el cuerpo haga lo que uno está soñando.
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Este estado puede producir sensaciones fuera de lo normal como ser arrastrado de la cama, vibrar, volar o caer, también puede hacer que la persona vea luces o sombras de figuras como animales o humanos en su habitación. Incluso hay casos donde el afectado puede sentir una opresión en el pecho que no le permite respirar bien.
La doctora Karem Parejo, neuróloga experta en medicina del sueño, señala que esta parálisis obedece más a un trastorno médico: “Tenemos entre cuatro y seis ciclos de sueño durante la noche. Si una persona no duerme lo suficiente, está privada del sueño o la despiertan en la madrugada, tiene menos sueño REM y esto provoca que el cuerpo se sienta paralizado”.
La profesional aclara que durante la parálisis del sueño se pueden mover los ojos y los músculos de los oídos, por lo que, si bien nuestro cuerpo no se mueve, podemos escuchar lo que pasa a nuestro alrededor.
Se dice que la parálisis del sueño es un síntoma de la narcolepsia: “Las personas con narcolepsia tienen mayor cantidad de sueño REM durante la noche. Si una persona se despierta y estaba soñando, puede presentar parálisis de sueño o tener alucinaciones de todo tipo”, explicó la doctora Parejo, quien también es vicepresidenta de la Asociación Colombiana de Medicina del Sueño.
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La parálisis del sueño se puede producir por factores como poco descanso o el consumo de cafeína o alcohol, pero como todas las enfermedades, esta también tiene un tratamiento.
“Cuando la parálisis del sueño no es provocada por la narcolepsia o privación del sueño se pueden utilizar medicamentos como antidepresivos que ayuden a suprimir la parte de la ensoñación. Aquí hay que establecer si la persona está durmiendo bien, si hay alguna enfermedad relacionada con la parálisis del sueño para que así podamos definir el tratamiento adecuado”, resaltó la doctora.
La principal clave ante los casos de parálisis del sueño es darle al cuerpo el descanso que necesita para no vivir este tipo de situaciones. De acuerdo a la especialista, hay dos de cada 1.000 personas que pueden sufrir esta enfermedad, por lo que no es algo que se presente con frecuencia.