El sacerdote fue atacado en medio de la noche y tras sobrevivir tuvo que asistir al médico para sanar sus heridas.
Un sacerdote colombiano se ha tenido que enfrentar a diferentes pruebas de fe que asombran a los que han escuchado su historia.
El padre Jesús* desde muy pequeño ha tenido experiencias sobrenaturales y al hacerse mayor solo han aumentado la frecuencia y crudeza de lo que vive.
Una noche el padre estaba en su cuarto descansado y aunque ya había sentido algo extraño, procedió a seguir con su rutina, orar e irse a dormir, en medio de la noche el padre empezó a sentir sudores y dolores que no eran los que padecía habitualmente por ser un sacerdote estigmatizado.
Las visiones empezaron y presenció un ser del inframundo, todo negro y con ojos brillantes que lo acechaba desde la puerta, hablaba lenguas extrañas y con una voz bastante grave, tenía la intención de amedrentarlo, sin embargo, el padre muy fortalecido con su fe en Dios trató de mostrarse fuerte y levantarse de la cama para enfrentar el demonio que lo acechaba.
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Aunque tuvo la intención su cuerpo no respondía y tuvo que permanecer recostado en su cama, con oraciones y determinación intentó echar la entidad oscura de su cuarto y cuando todo parecía haberse calmado, de un solo golpe su cama se levantó y él quedó pegado al techo de la habitación, allí sin poder gritar ni moverse el diablo hizo dar vueltas y vueltas a la cama con su cuerpo pegado al techo.
El padre Jesús perdió la noción del tiempo y el conocimiento; al otro día, miembros de la casa cural extrañaron que el clérigo no hubiese salido de su cuarto, así que fueron a buscarlo al no obtener respuesta, abrieron la puerta a la fuerza y quedaron impactados al ver al padre en su cama pegado al techo.
Después de un par de minutos la cama cayó de golpe al piso y el padre tuvo que visitar a su médica de cabecera para tratar las heridas que le había dejado el ataque del diablo.
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Este sacerdote padece de estigmas, que en la fe católica y cristiana son marcas que parecen de forma espontánea y hacen que la persona que las padece sienta y sufra los dolores de la crucifixión, por esto el padre Jesús usualmente en fechas cercanas a la Semana Santa soportaba dolores indescriptibles en sus manos y pies, en el costado y la cabeza.
Esto lo hace ya un personaje especial, sin embargo, el mismo ha expresado que no se considera ningún santo y que tampoco pretende serlo, solo es un servidor de cristo.
El padre Jesús aunque había sido párroco de iglesias bogotanas y disfrutaba de oficiar las mismas tuvo que retirarse de esas actividades y vivir su fe alejado de los feligreses.
*El verdadero nombre del sacerdote ha sido cambiado para contar está historia*