El Papa Inocencio III fue uno de los papas más influyentes de su época.
Los católicos creen que cuando un cristiano perece sin pecado alguno, irá directamente al cielo, sin embargo esto no le ocurre a los que terminan en el purgatorio. Donde deberán ser 'purificados' y preparados para poder renunirse con Dios.
Una publicación del portal 'Church POP', el día en el que el Papa Inocencio III falleció, su espíritu se le apareció a Santa Lutgardis de Aywières de Bélgica.
Una santa del el siglo XIII que es recordada, por sus visiones, levitaciónes y milagros.
Cuando el Papa Inocencio se le reveló, le indicó que estaba sufriendo pues no había podido ir directamente al cielo, por lo que se encontraba sufriendo el fuego del purgatorio por tres pecados que cometido en vida.