El nieto de un curandero cuenta las historias que vivió mientras su abuelo 'curaba personas'.
La historia del oyente data hace 25 años. Él era nieto de un hombre conocido como un curandero en el lugar donde vivían y cuenta que en varias ocasiones motivado por la curiosidad del trabajo de su abuelo, él y su hermano terminaron por ver con sus propios ojos varios sucesos paranormales.
Debido a su labor, el abuelo era muy hermético con sus cosas, por lo que su habitación siempre mantenía cerrada, sin embargo, una vez el oyente y su hermano lograron entrar al cuarto y ambos vieron cómo su abuelo tenía amarrada con cadenas, lo que parecía una gallina gigante.
En ese entonces ellos eran tan solo unos niños y no entendían porque su abuelo tenía ese extraño animal amarrado en la casa, no obstante, horas después descubrieron que se trataba de una bruja, pues a su abuelo le gustaba cazarlas.
De acuerdo al relato, días después los niños volvieron a entrar a la habitación de su abuelo, sin embargo, en dicha ocasión ya no se encontraron con una gallina gigante, sino con una mujer en ropa interior, amarrada con cadenas y su cabello en la cara, lo cual les indicó que el ser paranormal que habían visto antes era ella.
La curiosidad de los menores fue aumentando cada día más, pues ya fueron entendiendo que lo que hacía su abuelo era curar de hechicería y maleficios a quien lo necesitara.
Después de aquella primera experiencia paranormal, los niños tuvieron otro extraño suceso.
De acuerdo al relato, el oyente y su hermano vieron un extraño animal que era mitad hombre y mitad marrano, un acontecimiento que sucedía en cuestión de minutos. "Uno mira el marrano y ya después cuando uno ve es como la persona", contó el hombre.
Dentro de la historia, el hombre también aseguró que "todo era muy feo, las manos y la nariz" y que luego de que sucedía la 'transformación', las personas quedaban amarradas en el lugar que estaban, utilizando únicamente ropa interior.
Lo sorprendente de este hecho, es que cuando los niños les preguntaban a las supuestas brujas de dónde eran, ellas les contestaban que de otros países, pues en una ocasión una de ellas les dijo que era de Ecuador; así como en otra oportunidad les pedían que los soltaran.
Tristemente la historia de esta familia terminó cuando el abuelo de los niños murió, al parecer, también por hechicería, pues según cuenta el oyente le "introdujeron un caimán" por lo que él se tomaba 20 litros de agua al día y quería vivir en el agua, tal cual como un animal acuático.