El hombre contó que, después de años, todavía está pagando con graves consecuencias, la brujería que le hizo a aquella mujer.
En la creencia popular se dice que es más común que las mujeres practiquen la brujería en las relaciones amorosas para amarrar al hombre de sus sueños, sin embargo, en el Cartel Paranormal de La Mega se conoció la aterradora historia de un hombre que acudió a esta práctica, pero las consecuencias fueron terribles para su vida, asegurando que aún lo atormenta una figura demoniaca.
El oyente, quien vive en Tolima, contó que sostenía una relación con una mujer a la que amaba, pero su trabajo en una petrolera le estaba complicando las cosas porque debía estar en campo 21 días trabajando y solo descansaba siete, razón por la que la relación se deterioró.
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La tusa lo llevó a contarle a un compañero de trabajo lo que estaba pasando con su novia y un hombre que los escuchó le ofreció sus 'inusuales' servicios: practicaba brujería. Sin mediar más palabras le dijo: “Hermano yo a esa mujer se la pongo a sus pies, siempre y cuando usted asuma las consecuencias de lo que va a pasar”.
Concretaron la cita para llevar a cabo el 'trabajo', para ello el hombre necesitaba una prenda de su pareja, la cual pudo obtener porque vivían juntos. Le manifestó que este proceso sería muy fácil y rápido.
Afirma nuestro oyente que el “amigo” le dio a beber una copa de ayahuasca, algo que él no sabía que era, y lo único que recuerda después de haber ingerido esto, es que empezó a sudar mucho.
Contó que el brujo le pasó un pañuelo de color blanco para que se secara su sudor, luego se fumó un tabaco, mencionaron el nombre de la 'susodicha' y su fecha de nacimiento. Después en un altar, colocaron la foto de ella, con su prenda, y por último una foto de la pareja. Había clavos, velas rojas, y además un círculo en sal marina.
Cuando empezaron con el ritual, el oyente expresó que perdió el conocimiento por un momento, pero que nunca dejó de sudar. Perdió la noción del tiempo - cree que fueron dos horas - cuando se despertó, el hechicero aseveró: “listo mi hermano está hecho el trabajo”.
Narró que salió del lugar incrédulo y sintiendo que había perdido los 600.000 pesos que le cobró. Al llegar a casa, recibió la llamada del brujo diciéndole que ahora debía hacer unos rezos en una hora específica y poner una vela blanca junto a una foto de los dos.
Los rezos, a diferencia de lo que se pensaría, eran religiosos, pero debía hacerlos a media noche sentado frente al altar improvisado que hizo en su habitación.
Al día siguiente, la mujer apareció pues había perdido contacto con ella desde que terminaron. Fue una llamada y solo le preguntó cómo estaba.
En la noche número dos, volvió a hacer el mismo procedimiento y, esta vez, hizo los tres rezos a San Judas Tadeo. Nuevamente, la joven lo buscó y le dijo que necesitaba verlo, por lo que él se emocionó al confirmar que la brujería estaba dando resultado.
Según su relato, debía mantener, en cualquier lugar que estuviera, una vela prendida con la foto de los dos y un lazo rojo, pero con una condición, no podía bajar de cierto nivel sin que prendiera la otra vela. Así duró aproximadamente cuatro meses.
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En la tercera noche, tenía que hacer un rezo particular, en el que mencionaba a belcebú, sangre y muerte, pero la advertencia de aquel “amigo” fue muy clara "no podía sentir miedo" porque en esta ocasión lo haría hacia una entidad demoniaca, y de sentir algún temor se 'caería' todo el proceso que habían realizado y no le iba a devolver la plata.
El oyente, pese a sentir que la oración era muy fuerte, se llenó de valor y lo hizo. Comentó que al otro día, la mujer llegó desesperada a buscarlo a su casa. Y, desde ese momento, la mujer era desesperada llamándolo al trabajo y escribiéndole.
"Tanto así que pasaron tres meses y me empezó a dar cargo de conciencia, porque me di cuenta que no era algo natural, no era amor", indicó. Simplemente, ella estaba "atada" por cosas sobrenaturales.
Arrepentido de ver a la mujer como loca buscándolo, para sí mismo dijo: “esta mujer no me quiere, ella está conmigo porque la estoy obligando”, por eso habló con el dichoso brujo, pero ya era tarde, el “amigo” le dijo: “hermano el ritual que hicimos fue muy fuerte, por que usamos sudor y sangre”.
Para cortar ese pacto o como lo quieran llamar, tuvo que acudir a un pastor cristiano del pueblo para hacer la 'liberación'. Le tocó hacer 19 rosarios, pero pasó algo particular. “Cuando iba en el rosario número tres sentí un leve desmayo, el pastor me dijo que era normal".
Dice que se desmayó en total cuatro veces, realizó unas penitencias por el pecado que cometió y el sufrimiento que le causó a esa mujer.
Después de 7 días de liberación, él estaba contento porque había podido liberar a la que era su novia, se comunicó con el pastor, quien le dijo "no cante victoria porque esto trae consecuencias".
Relató que se soñaba con esa mujer a diario y le decía: “mi amor estoy para ti”, pero esa entidad se convertía y le mostraba una cara diabólica.
Volvió a buscar ayuda, ya que se encontraba desesperado con estas pesadillas - para él más que reales - pues veía llegar esa presencia a los pies de su cama cada noche. "Al día de hoy estoy pagando lo que le hice a esa mujer".
Afirma que tiene que hacer oraciones todas las noches, y si por alguna otra cosa, no puede lo atormentan al dormir, le rasguñan la cara, se le ríen, lo visita un demonio que se le sienta en la cama.
La mujer nunca se enteró que le hicieron brujería.