Sobre las guacas en Colombia hay muchas historias. Se dice que en Semana Santa las almas en pena salen y los vivos ven una luz que los guía.
Son muchas las historias detrás de las guacas en Colombia que se conocen contadas por personas que aseguran haber sido las afortunadas de encontrar estos entierros de oro, o también desafortunadas, pues en las leyendas también cuentan que estas guacas conllevan a una maldición.
Según cuenta la leyenda, las dichosas guacas están custodiadas por espíritus indígenas que se les muestran solo a las personas “indicadas” en forma de luces. ¡Sí señor! Así que, si usted no ha visto estas luces revoloteando en medio de la maraña en el campo o en zonas apartadas de las ciudades, no ha sido el elegido por estas apariciones del más allá.
Aunque este fenómeno, que podría catalogarse como paranormal, se puede vivir aparentemente en cualquier momento del año, dicen los guaqueros (como se les dice a quienes han encontrado las guacas), que esto ocurre especialmente en Semana Santa, y para ser más exactos el Viernes Santo.
En zonas como La Mesa de Los Santos en Santander, o en municipios de Boyacá, o aún más cerca de Bogotá en Guatavita o municipios de Cundinamarca como Zipaquirá, aún la tradición oral habla de las guacas y salen algunos curiosos en las noches a esperar si avistan en el campo abierto las luces que lo puedan llevar a hallar el tesoro y hacerse millonarios.
Retratan en las historias que, si una persona encuentra una guaca, sin haber sido elegido por los custodios del más allá para obtener el tesoro que allí está enterrado, el oro y la plata simplemente se convierten en ceniza o en carbón.
Por ejemplo, las personas que son ambiciosas serían víctimas de ello, pero también se dice que la persona elegida debe ir sola a cavar la tierra, porque si no el tesoro se corre de lugar para que no pueda encontrarlo.
De hecho, señalan - quienes creen en estas historias - que si el hombre va acompañado de una mujer el oro se esconde. “Una vez mi tío abrió una de esas tumbas y sacó una moneda de oro que encontró y cuando él sacó el balde y fue a coger la moneda ya se había desaparecido y solo quedó el rastro en la tierra”, contó un oyente al Cartel Paranormal de La Mega sobre unas guacas que estarían en Nemocón.
No obstante, en la historia también se detalla que para algunos encontrarse guacas no es para nada bueno, aunque puede significar mucho dinero, pues con ello les recae una maldición. Esto debido a que las almas en pena que custodian este entierro de oro, terminan persiguiendo a quienes se llevaron su tesoro y los asedian constantemente hasta volverlos locos.
Incluso, dicen que hay algunos locos en los pueblos que han terminado en la demencia por culpa de esas almas que, aunque le dejan tocar la cima con mucho dinero, luego los llevan a la bancarrota y a perder hasta el sentido de la vida.