Bogotá está llena de lugares que guarda cientos de historias paranormales, que han quedado atrapadas en sus paredes.
Uno de los lugares con más historias a su alrededor es el Cementerio Central, el más antiguo de la ciudad y en el que se enterraron cientos de cuerpos de personas que murieron durante el bogotazo.
Dentro del cementerio se encuentra un lugar llamado ‘el caracolí’, se identifica fácilmente, pues es una escalera en forma de caracol, que conecta la superficie con unas tumbas que están bajo el cementerio.
Al descender por estas escaleras se encuentra un pasillo de unos 50 centímetros de ancho, las paredes están llenas de tumbas. Muchos cuentan que la sensación de pisar este lugar es muy fuerte, pues alberga energías de todo tipo.
Es tan aterrador el lugar que hoy en día está cerrado bajo candado y clausurado. Además, se dice que practicantes de magias oscuras usaban este pasillo para hacer rituales, santerías y brujería negra.
Cuentan también que justo en ese lugar un hombre atentó contra su vida y dejó una nota explicando su terrible situación económica, después de eso, se veía una luz blanca a determinadas horas en las escaleras que conectan el cementerio con esta parte subterránea.