Adéntrate en los misterios que rodean a La Candelaria, mientras descubres las inquietantes historias de sus fantasmas legendarios.
El icónico barrio de La Candelaria, situado en el corazón de Bogotá, es conocido por su rica historia, impresionante arquitectura colonial y un ambiente que evoca el pasado de la ciudad. Sin embargo, además de su belleza histórica, este lugar alberga una serie de historias misteriosas que han intrigado a lugareños y visitantes por generaciones.
Se dice que La Candelaria es el hogar de varios fantasmas que deambulan por sus calles empedradas, plazoletas y edificios antiguos. Estos espíritus parecen estar arraigados en la historia de Bogotá y continúan vagando por el barrio, a veces haciendo su presencia conocida de manera inquietante.
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Una de las historias más destacadas involucra al fantasma del doctor José Raimundo Russy, un abogado de renombre que luchaba por los derechos de los más desfavorecidos en el siglo XIX. Trágicamente, fue acusado de un homicidio y terminó siendo fusilado en la Plaza Mayor. Según la leyenda, su espíritu sigue rondando la plaza en las noches, vestido con una capa azul y dejando una impresión duradera en aquellos que se atreven a cruzar su camino.
Pero el doctor Russy no está solo en el mundo de los espíritus de La Candelaria. Se habla de al menos ocho fantasmas en el barrio, cada uno con su propia historia y personalidad. Desde el espíritu deforme y cojo del virrey Sámano que lanza patadas y escupitajos, hasta el niño rubio del Palomar del Príncipe que alimenta palomas desde hace siglos, estos fantasmas siguen siendo parte de la vida cotidiana del barrio.
El poeta José Asunción Silva también tiene su lugar en la historia de La Candelaria, ya que se cree que su espíritu sigue lamentándose en su antigua casa. Además, la Fundación Gilberto Alzate Avendaño alberga el misterioso "Fantasma de la casaca verde", que a menudo se manifiesta con fenómenos extraños.
El barrio también alberga el fantasma del pintor Gregario Vásquez de Arce y Ceballos, quien se dice que todavía trabaja en su arte en el patio interior de su antigua casa. Además, el general Sardá, un destacado bolivarista, y los espíritus de los presos patriotas que recibieron ayuda en una casa cercana siguen haciendo su presencia conocida en las calles empedradas.
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La casa de José Caicedo Rojas también es conocida por sus conversaciones fantasmales, donde se dice que el presidente de la Academia Colombiana de la Lengua se reúne con sus amigos Rafael Pombo y Miguel Antonio Caro en las noches.
Uno de los fantasmas más antipáticos es el del virrey Sámano, históricamente odiado por su papel en la lucha contra los patriotas colombianos. Su figura coja y jorobada, junto con su desagradable costumbre de escupir y dar patadas, continúa asustando a los desprevenidos transeúntes en las altas horas de la madrugada.
Finalmente, "La casa del bandido" es conocida por albergar al doctor José Raimundo Russi, el abogado de los pobres que fue fusilado en 1851. Los gritos de horror de su víctima y el sonido de las puñaladas aún se escuchan en las madrugadas de La Candelaria.
A pesar de la edad de estas historias, los fantasmas de La Candelaria siguen siendo una atracción turística popular en el tercer milenio, atrayendo a aquellos que buscan experimentar el misterio y la nostalgia de este pintoresco barrio en las noches frías de Bogotá. ¿Te atreverías a visitar La Candelaria y encontrar a estos misteriosos inquilinos del pasado?