Una joven terminó siendo víctima de su ingenuidad.
Alejandra, una joven de 25 años, se encontraba viviendo en su nuevo apartamento ubicado en Teusaquillo cuando vivió un aterrador suceso que la dejó fría. La mujer cayó en la ingenuidad y no siguió su instinto cuando todo apuntaba a que iría de mal en peor.
Una mañana, mientras se alistaba para ir a su trabajo, la joven tomó una ducha y se percató que había varios pelos en el piso, por lo que buscó una escoba y barrió rápido antes de salir. Tras vestirse y peinarse, comenzó a encontrar más cabellos en toda la casa, especialmente en su habitación.
Aunque todo parecía normal, estos pelos aparecieron en el piso de la cocina, en las gavetas y en las sillas del comedor. Impresionada y con un sexto sentido que apuntaba a que algo no andaba bien, decidió irse a la oficina y olvidar lo que vio.
Al regresar a casa, Alejandra prendió la luz de la sala y quedó pasmado cuando vio miles de pelos en el suelo. Eran cabellos largos y negros, muy diferentes a los suyos, ya que era de pelo claro y corto.
Lee además: Una canción perturbadora en apto de Chapinero
La mujer llamó a su novio, el cual llegó en menos de 20 minutos, y se pusieron a la tarea de barrer todo el lugar. Cuando ella se encerró en el baño para limpiar y aspirar de forma veloz toda la zona, escuchó un grito masculino que provenía de su habitación, por lo que intentó salir corriendo.
Para su sorpresa, la chapa estaba rodada y no abría, por lo que entró en pánico y comenzó a patear la puerta de forma descontrolada. Al mirarse al espejo que tenía, tratando de calmarse, todo fue peor ya que vio un reflejo de ella clava y con la boca llena de sangre.
Tras pegar un grito y lograr abrir la puerta, la mujer salió a gran velocidad a buscar a su novio, pero lo que encontró fue devastador. Se trataba del cuerpo del hombre, sin vida, y con la boca llena de pelos que salían por montones.
Alejandra vio el abdomen de su pareja, hallando una herida de donde provenían estos cabellos largos y oscuros.