Un frío extraño puede llevarte para siempre.
Sandra y Juan vivían en un bello apartamento en el norte de Bogotá desde que se casaron, exactamente en 2015. La pareja de jóvenes decidió iniciar su vida en unión, decorando aquel lugar con sillones clásicos y tonos pasteles.
En 2019, luego de problemas con el dueño del lugar, el matrimonio decidió mudarse y probar suerte en otra vivienda ubicada a tres edificios de donde vivían. Al llegar al lugar, un extrañó clima los invadía, ya que era completamente helado y únicamente hacía calor junto a la chimenea que estaba apagada.
Luego del trasteo y de retomar la rutina, Sandra decidió hacer ‘home office’ y prender la chimenea un rato. Al tomar calorcito, aclimatar el apto y ubicarse de una forma cómoda, la mujer se fue quedando dormida de una manera muy extraña.
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Al llegar su esposo, la vio recostada y completamente helada, por lo que intentó ducharla y calentarla con pañitos tibios. La mujer se despertó y logró hablar con Juan, contándole lo feliz que se encontraba por haber dormido de esa manera tan profunda.
El hombre le dijo que fuera a trabajar al día siguiente, a lo que ella obedeció. Juan se quedó en la vivienda, prendiendo la chimenea para poder trabajar con ‘calorcito’. Al empezar a aumentar el fuego, el hombre sintió una voz que lo llamaba cerca de un sillón que tenían ubicado ahí.
Al ir lentamente, miró el fuego y detalló el rostro de un espectro que intentaba agarrarlo de la mano y jalarlo hacia él. Juan gritó, pero poco a poco su cuerpo se fue poniendo frío y muy pálido.
Sandra llegó exactamente a las 9:00 de la noche y al entrar al sitio sintió un olor a quemado que provenía de la sala. Cuando se asomó, la mujer encontró únicamente el cadáver de su pareja, completamente rostizado y hecho cenizas.