El centro oculta misterios que tal vez nunca entiendas.
El centro de Bogotá se ha caracterizado durante años por la cultura, el estilo tradicional, el toque único y la diversidad de lugares que posee. Muchas viviendas son antiguas y mantiene las fachadas de épocas atrás.
En 2019, Paula se mudó a un viejo edificio ubicado en esta zona de la capital, ya que quería probar suerte en otro ambiente lejos de los lugares que recorrió con su exnovio. La joven halló un edificio que estaba bien ubicado y conservaba ese estilo tradicional, muy cercano a los 80 o 90.
Tras varios meses de instalarse y adaptarse a la localidad, Paula comenzó a salir con frecuencia con sus amigas, quienes estudiaban en una universidad de este sector. Una noche, luego de disfrutar de unos cócteles, la chica llegó a la puerta del edificio y se percató que había un hombre ubicado cerca de la recepción.
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Cuando metió la llave para abrir la puerta, aquel sujeto la recibió en hall y se quedó mirándola muy fijo, por lo que ella saludó y siguió derecho. Al girarse, Paula vio que el hombre tenía un uniforme de seguridad, por lo que pensó que era un nuevo portero que había llegado ahí.
Los siguientes días, exactamente a la misma hora, este celador le abría la puerta, la miraba y le daba la bienvenida al edificio sin decir una sola palabra. La joven decidió saludarlo y dirigirse a las escaleras, sin prestarle mayor atención.
La mañana del 20 de noviembre, la bogotana salió con dos amigos y decidió regresar temprano a su apartamento, sin imaginarse lo que iba a saber. Paula llegó, miró por la puerta del edificio y vio a otro sujeto sentado en la recepción, por lo que quiso preguntarle por el otro celador.
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El portero la miró sorprendido, diciéndole que no entendía de qué hablaba, ya que él era el primer integrante de seguridad que contrataban en el edificio desde los últimos 10 años. Ella le insistió sobre el otro hombre, pero no recibió respuesta afirmativa.
Cuando observó desde las escaleras, la joven observó una sombra que se asomaba por el hall y le movía la mano de una manera escalofriante.