Aceptó un trabajo para armar bicicletas y terminó sufriendo la peor experiencia paranormal de su vida

Una oferta de trabajo que terminó con experiencias paranormales jamás imaginadas.

Por: Natalia Espitia Salazar

Los eventos paranormales ocurren cuando menos lo esperamos y las experiencias de algunos dejan sorprendidos a quienes escuchan; así le ocurrió a Andrés, un oyente del cartel paranormal.

El joven trabajaba en el siete de agosto y un hombre les ofreció trabajo para armar unas bicicletas, entonces aceptaron y fueron hasta Ureña, ciudad en la frontera de Colombia y Venezuela. 

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“Era una bodega grandísima y empezamos a trabajar (…) era una fábrica de bicicletas, pero como abandonada”, dijo el oyente.

Andrés y sus compañeros se quedaron a trabajar en el lugar , pero una noche todo se sintió diferente y algunas cosas extrañas comenzaron a pasar.

“Una noche se prendió la luz del baño, mi compañero fue a mirar y cuando llegó estaba todo aruñado”, agregó.

El compañero de Andrés no se había fijado de las marcas en su cuerpo. Otra noche sintieron que una de las máquinas para cortar se prendió a la media noche y en medio de su asombró le avisaron al celador de la bodega, quien les indicó que iría a desconectar el aparato.

“Cuando fuimos a mirar la máquina estaba desconectada, pues claro, nosotros de una vez nos fuimos a acostar todos asustados”, relató.

Agregó también que una mañana se despertaron y de nuevo el ambiente era muy tenso pues los perros ladraban y parecían muy asustados, al salir a mirar que ocurría se encontraron algo muy extraño.

“Había una palma y las hojas de la mata estaban tejidas como si fueran trenzas”, contó Andrés, Así mismo, indico que cuando preguntaron les dijeron que seguramente habían sido unas brujas que se sentaron a tejer, pero que era algo normal, pues el celador llevaba cuidando dicha bodega más de 10 años.

Noches después los perros entraron a la bodega y una de las perritas se estrellaba contra la pared y al tratar de volver a caminar se estrellaba de nuevo.

El vigilante apareció instantes después con un semblante pálido y sin poder pronunciar palabra alguna.

“Cuando volvió en sí, dijo que donde dormíamos había alguien asomado vestido de blanco”, explicó el celador.

Seguidamente les explicó que el socio del hombre que les había ofrecido el trabajo se había ahorcado en una de las oficinas de la bodega.

Por esa razón los cuidadores asumían que el alma del hombre muerto era la que producía todos los eventos inexplicables.

Andrés y sus compañeros luego de vivir muchos fenómenos paranormales, solo soportaron dos meses en la bodega y renunciaron al trabajo.

Fuente: Sistema Integrado Digital

Publicado: 2022-05-19