Con un fuerte enfoque en la educación de calidad, Shakira y su Fundación Pies Descalzos están cerrando brechas educativas en Colombia.
Imagina ser un niño en un rincón remoto de Colombia, donde las oportunidades educativas son escasas y los sueños, aunque grandes, parecen lejanos. La Fundación Pies Descalzos, liderada por la icónica Shakira, está cambiando esa realidad, construyendo un futuro lleno de esperanza para miles de estudiantes en La Guajira. Con un compromiso que va más allá de los discursos, esta organización ha tocado la vida de más de 9,000 niños y niñas en cuatro municipios del departamento, ofreciendo no solo infraestructura educativa, sino también un camino hacia un mañana mejor.
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Desde 2021, la Fundación ha llevado su magia a lugares como Riohacha, Maicao, Manaure, Uribia y Albania, donde no solo se han levantado escuelas, sino también esperanzas. En cada una de estas localidades, entre 200 y 1,000 estudiantes, la mayoría pertenecientes a comunidades indígenas y migrantes, están recibiendo una educación de calidad que antes parecía imposible. La primera obra que la fundación llevó a cabo en Manaure, una pequeña joya en la sabana, ya impacta a 200 estudiantes de primaria, quienes ahora pueden aprender en un ambiente adecuado y lleno de oportunidades.
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Pero la Fundación Pies Descalzos no se detiene solo en construir escuelas. Con proyectos como "Todos al Cole", ha logrado que más de 13,000 niñas y niños reciban kits y uniformes escolares, pero eso es solo el comienzo. Estas familias, muchas veces desarraigadas y enfrentando desafíos inimaginables, también reciben acompañamiento en los procesos de matrícula y refuerzo escolar en materias clave como matemáticas y lenguaje. A través del programa "Círculos de Cuidado", la fundación se enfoca en los más pequeños, esos niños entre tres y cinco años que, gracias a esta iniciativa, pueden integrarse de manera adecuada en el sistema educativo y superar las dificultades que sus familias migrantes o retornadas enfrentan día a día.
Fundación Pies Descalzos abre nuevo colegio en la Guajira.
Y las buenas noticias no se detienen ahí. La Fundación ha construido hasta ahora 10 colegios Pies Descalzos, con seis más en camino. Cada escuela representa un espacio donde los sueños encuentran tierra fértil para crecer. Además, se ha extendido su mano solidaria a más de 300 colegios públicos en todo el país, multiplicando el impacto y garantizando que la educación de calidad llegue a donde más se necesita.
Patricia Sierra, la directora ejecutiva de la Fundación, lo resume de manera poderosa: "En un momento en el que la pobreza de aprendizaje está en aumento y muchos niños aún no acceden a la educación, reafirmamos nuestro compromiso de seguir transformando vidas a través de la educación, construyendo un futuro más prometedor para las generaciones venideras en el Caribe colombiano". Este mensaje no es solo inspirador, es un llamado a la acción y una promesa de cambio real.
La historia de la Fundación Pies Descalzos es la historia de la esperanza hecha realidad. Comprometida con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, su misión va más allá de las estadísticas y los informes anuales. Se trata de cambiar vidas, de ofrecer a cada niño y niña la posibilidad de soñar, aprender y construir su propio destino. Desde sus humildes inicios, esta organización ha tocado a más de 152,000 jóvenes colombianos, brindándoles no solo un lugar donde aprender, sino un espacio donde ser protegidos, valorados y escuchados.
En La Guajira, la Fundación ha sembrado las semillas de un cambio profundo, donde cada escuela construida y cada niño educado representa un paso hacia un futuro más brillante. Con cada proyecto, con cada nueva obra, la Fundación Pies Descalzos reafirma su compromiso de que la educación no solo es un derecho, sino una herramienta poderosa para transformar vidas y comunidades enteras.