Miguel Bueno desentraña las dificultades del bullying escolar.
Miguel Bueno, el joven fenómeno de la música que ha conquistado corazones con su talento, ha compartido en el pódcast Gordas de Envidia una faceta desconocida de su trayectoria: los duros días de matoneo que vivió al principio de su carrera. En una conversación reveladora con Camilo Pulgarín, Miguel abrió las puertas de su pasado y nos mostró el lado más crudo de su viaje hacia el estrellato.
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El inicio de la carrera de Miguel estuvo marcado por más que simples nervios. En sus primeras presentaciones en colegios, no solo enfrentaba el desafío de cantar frente a un público, sino también el de lidiar con una lluvia de botellas, tapas y hasta comida que le lanzaban. “Recuerdo que en una de mis primeras presentaciones en el colegio me sentía tan presionado que me olvidé partes de las canciones. Fue una experiencia brutal”, confiesa el artista, recordando cómo el matoneo casi lo obliga a tirar la toalla.
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Los días en los colegios no fueron nada fáciles para Miguel. “Uno en el colegio es muy crudo”, dice con la sabiduría que solo el tiempo puede otorgar. Y es que la crueldad de los adolescentes no tiene límites: “Nos tiraban yogures, tapas, de todo. Pero también hubo conciertos donde nos fue genial. No todo fue malo”, afirma. Estos momentos de rechazo eran duros, pero también fueron lecciones de vida que forjaron el carácter del joven cantante.
A pesar de las agresiones y el rechazo, Miguel encontró formas de convertir esas experiencias en fuerza para seguir adelante. “Esas situaciones complicadas me enseñaron a no rendirme. Mi primer concierto en un colegio fue un reto, pero salí con la mentalidad de que las cosas mejorarían y eso me ayudó a ganar confianza”, explica. La capacidad de convertir los obstáculos en motivación es una de las claves del éxito de Miguel.
No todo en el camino de Miguel ha sido tormentoso. Su hermano Pipe Bueno ha sido una pieza clave en su éxito. “Pipe ha sido mi apoyo constante. Me corrige, me guía y me ayuda a tomar decisiones importantes sobre mi música”, revela Miguel. A pesar de las críticas que sugiere que su éxito se debe únicamente a su hermano, Miguel defiende con firmeza su propio esfuerzo y dedicación.
La relación entre los hermanos Bueno es un pilar fundamental en la carrera de Miguel. “Pipe me inspiró a dedicarme a la música y siempre ha estado ahí para apoyarme. Su experiencia y consejos han sido invaluables”, dice Miguel, agradecido por el respaldo y la guía de su hermano. La influencia de Pipe, con casi dos décadas en la industria, ha sido crucial para el desarrollo de Miguel como artista.
Desde el inicio de su carrera, Miguel ha enfrentado comentarios que cuestionan su talento y lo atribuyen a su vínculo con Pipe Bueno. Sin embargo, el joven artista responde con seguridad y determinación. “Sí, mi hermano me ha influenciado y apoyado, pero el éxito es también el resultado de mi propio esfuerzo. No puedo negar que Pipe ha sido una inspiración, pero mi trabajo y dedicación son los que me han llevado hasta aquí”, afirma con convicción.
El camino hacia el éxito no es lineal, y Miguel Bueno ha demostrado que la perseverancia y el apoyo de la familia son esenciales para superar las adversidades. Con una actitud positiva y una fuerte ética de trabajo, Miguel sigue adelante, transformando los desafíos en oportunidades y mirando hacia un futuro lleno de posibilidades.