La autenticidad de estos dibujos ha sido cuestionada por los herederos del fallecido cantante Michael Jackson.
La subasta de 78 dibujos atribuidos a Michael Jackson, que se realizará el próximo 3 de agosto en Los Ángeles, ha desatado una notable polémica. La casa de subastas Kings Auctions, con oficinas en Beverly Hills y Las Vegas, informó que la puja comenzará con una oferta inicial de un millón de dólares por la colección completa. En caso de no alcanzar esa cifra, las piezas se venderán de forma individual en un lugar aún no especificado.
Entre los dibujos se encuentran retratos de figuras icónicas como Marilyn Monroe, la Reina Isabel II y personajes de Disney como Peter Pan, además de obras abstractas, generando atención y debate en los medios. Kings Auctions asegura que las piezas fueron obtenidas tras un litigio y estaban almacenadas en un espacio artístico privado en Santa Mónica, California. Según la empresa, Jackson visitaba este lugar para trabajar en sus dibujos mientras se recuperaba de cirugías plásticas.
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Sin embargo, la autenticidad de estos dibujos ha sido cuestionada por los herederos del fallecido cantante. Roger Epperson, un especialista en autenticación ha confirmado que las firmas en los dibujos son genuinas, proporcionando certificados de autenticidad para cada pieza. Pese a esto, un portavoz del patrimonio de Michael Jackson ha expresado escepticismo sobre la autenticidad de los dibujos, afirmando que tras una inspección detallada realizada años atrás, continúan con dudas sobre su origen.
Kings Auctions ha aclarado que la subasta no incluye derechos de propiedad intelectual ni copyrights, y que no está afiliada ni respaldada por los herederos de Jackson. Esta aclaración busca evitar cualquier disputa legal relacionada con el uso del nombre del cantante.
Entre las obras más destacadas están un retrato de Andrew Jackson de 1992 y una imagen titulada “Mi amiga” de 1993, además de otras piezas como “Llave de pajarita” y “Dragón siete”. La inclusión de estas obras añade un interés histórico y artístico a la subasta, a pesar de las dudas sobre su autenticidad.
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No es la primera vez que los artículos personales de Jackson generan controversia. Tras su fallecimiento en 2009, se subastaron objetos de su última residencia en Los Ángeles, incluyendo muebles, pinturas y antigüedades.
Un caso notable es el de Kim Kardashian, quien compró una chaqueta de terciopelo y un sombrero fedora blanco del cantante, los cuales luego regaló a su hija North West.
La subasta ha renovado el interés en una faceta menos conocida de Jackson, su arte visual, más allá de su carrera musical. No obstante, la autenticidad de estas obras podría afectar significativamente su valor de mercado y la percepción del público sobre el legado artístico del cantante. A pesar de las dudas expresadas por los herederos de Jackson, parece que la venta seguirá adelante según lo previsto.