El ahora candidato presidencial de EE.UU. sorprendió al revelar en acto de campaña que quiso que la Kardashian abortara a su primer hijo.
El rapero y candidato presidencial Kanye West aseguró en la noche del martes en su cuenta de Twitter que estaba intentando divorciarse de su mujer, Kim Kardashian, en un mensaje que borró poco después, según varios medios locales.
"He estado intentando divorciarme desde que Kim conoció a Meek (Mill) en el (hotel) Warldolf", escribió el candidato a la Presidencia de Estados Unidos.
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Según varios medios, West se podría estar refiriendo a un encuentro que Kardashian y el también rapero Meek Mill aparentemente mantuvieron en dicho hotel para preparar un discurso en una cumbre que se celebró en la ciudad de Los Ángeles en noviembre de 2018 sobre la reforma del sistema de Justicia Penal.
Además publicó otra serie de tuits que dejó en evidencia que están bastante mal con Kim, a quien acusó de quererlo encerrar en un manicomio para tratar su salud mental. “Kim estaba tratando de volver a Wyoming con un doctor para encerrarme, como en la película Get Out, porque lloré acerca de salvar la vida de mi hija ayer”.
Se refiere a la revelación íntima que hizo en su acto de campaña, asegurando que quiso que Kim abortara a su primer hijo y lamentó haber querido que su hijo mayor muriera.
Esta revelación desató la ira de la Kardashian que, según fuentes, le habría peleado muy molesta por revelas tantas cosas de su vida íntima, en especial lo del aborto que nunca ocurrió pues temía el daño que eso podría causarle hoy a sus hijos.
Todos los tuits que hizo West los eliminó después, excepto este:
Sus polémicas declaraciones se producen dos días después de protagonizar este domingo su primer acto de campaña tras anunciar su candidatura a la Presidencia de EE.UU., un peculiar mitin en Carolina del Sur en el que propuso premiar con un millón de dólares a quienes tengan un bebé.
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West, cuyo anuncio de que se presentaría a las elecciones de noviembre provocó este mes una gran conjetura sobre si simplemente buscaba publicidad o incluso favorecer las opciones de reelección del presidente estadounidense, Donald Trump, estrenó su incipiente campaña en la localidad de North Charleston.
El rapero apareció vestido con un chaleco antibalas con la palabra "seguridad" escrita delante, y dio un discurso inconexo ante cientos de personas, que estaban obligadas a llevar mascarilla para protegerse de posibles contagios por COVID-19.
El rapero también provocó controversia al afirmar que la célebre abolicionista afroamericana Harriet Tubman, que en el siglo XIX participó en una red clandestina para sacar del sur de EE.UU. a decenas de negros, "en realidad nunca liberó a los esclavos" sino que "hizo que fueran a trabajar para otra gente blanca".
No está claro qué futuro puede tener la campaña del rapero, que hasta hace apenas unas semanas apoyaba fervientemente a Trump, porque el plazo para registrarse ya ha expirado en media docena de territorios y los requisitos son complicados en otros.