La afectada indicó que hacer estas coreografías les generaba estrés a los trabajadores.
Gianluca Vacchi ha sido tendencia durante los últimos años dado su extravagante estilo de vida que muestra en redes sociales, donde comparte bailes virales y varias de sus millonarias propiedades, aunque no todo es color de rosa, ya que se conoció una acusación hecha por una exempleada que lo culpa de obligarla a bailar.
La trabajadora sería la filipina, Laluna Maricris Bantugon, quien trabajó con el empresario en su mansión entre el 25 de mayo 2017 y el 10 de diciembre de 2020. En este tiempo lo acusó por malos tratos e irrespetar sus derechos como empleada, por esto pide 70.000 euros (aproximadamente 285 millones de pesos colombianos).
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Las declaraciones fueron recopiladas por el diario italiano La Repubblica, donde la afectada indicó que la puso a trabajar “más de 20 horas al día”, además de “causarle estrés” durante la grabación de los videos para redes sociales en los que aparece con algunos de sus empleados realizando coreografías.
La mujer contó: “en algunos casos teníamos que participar en primera persona en sus vídeos, aunque no quisiéramos. Debíamos aparecer vestidos con el uniforme de asistente”. Además, dice que algunos trabajadores no bailaban al ritmo de la música, por tal motivo el italiano se enfurecía y hasta arrojaba su teléfono y cosas a su alrededor.
Dadas las fuertes declaraciones que se llevaron los focos de los medios italianos, Vacchi respondió por medio de una explicación en la revista People en español: “En cuanto a las noticias aparecidas en los medios recientemente, no he hecho ninguna declaración o respondido a ninguna petición de entrevista sobre el tema, ni tengo intención de hacerlo: de hecho, hay procesos en marcha y está en manos de los jueces expresar una opinión al respecto”.
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Añade en su comunicado, “sin embargo, se han difundido de una manera engañosa una serie de alegaciones falsas y faltas de respeto en relación a hechos y acontecimientos sobre los que no se ha presentado nunca una demanda y que no son materia de ningún procedimiento legal. En consecuencia, he ordenado a mis abogados a protegerme en los lugares competentes”.