El comportamiento de la felina le dará algunas pistas.
Algunos internautas coinciden en que el cuidado de gatitos es una responsabilidad mayor a la de tener un perro, pues sí bien dicen que son animales independientes, podrían necesitar más atención y cuidados que un can.
Limpiar la arena, tener juegues para que no se estresen (al no poder salir del hogar), consentirlos y en algunos casos peinarlos, son de las tareas más comunes; sin embargo, para quienes tienen gatitas hay una labor un poco exigente, ya que si no las esterilizan tienen que cuidar de que no queden embarazadas.
Algunos dueños optan por poner a sus felinas a planificar, no obstante, hay quienes piensan en su bienestar y prefieren que sea un proceso natural por el que deban pasar sus mascotas, esto entendiendo lo que conlleva.
Es importante precisar que el celo marca el inicio de la etapa reproductiva en las gatas, acción que sucede cuando alcanzan su madurez sexual, es decir, alrededor de los cinco o nueve meses de edad.
Ahora bien, los cambios en su comportamiento pueden durar días o semanas y durante este tiempo se podrían evidenciar las siguientes señales.
Maullidos: cuando las gatas están en celo suelen hacer sonidos bastante llamativos para "llamar" a los machos y son tan ruidosos, que se comparan c0n el llanto agudo de un bebé.
Inquieto: durante esta etapa las gatitas están más agitadas que lo normal, como llamando la atención.
Búsqueda de mimos: en algunos casos, las gatitas se frotan excesivamente contra sus humanos o en algunas cosas, esto intentando aliviar la incomodidad que sienten.
Aumento de la orina
Postura de apareamiento: la felina se acurrucará y levantará la cola cuando la acaricien