Un último adiós a todos los famosos.
Mucho se dice de las dolencias que afectan a las personas que son poco tratables o que son difíciles de llevar y que representan una carga negativa para muchos. Uno de esos padecimientos es la depresión, que se ha vuelto una de las enfermedades a las que más se les teme en el último tiempo. Y no es una exageración, porque es un mal que lamentablemente pone al paciente en una posición que muchas veces es imposible evitar.
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Hace pocos días, el mundo del espectáculo se estremeció cuando se dio a conocer que el famoso actor Jason David Frank, quien tenía 49 años, mayormente conocido por su papel en la serie Power Ranger, falleció a causas de suicidio.
El informe entregado por su manager, Justine Hunt, el artista atravesaba un cuadro de depresión bastante crítico. En el comunicado, Hunt pedía privacidad y consideración con los amigos y familia del actor, ya que estaban atravesando por un momento difícil. Se conoció, además, que unas horas antes de la decisión tomada por Jason, habría tenido una fuerte discusión con Tammie, su esposa.
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Pero desafortunadamente el artista californiano no ha sido el único que ha perdido la batalla contra la depresión tomando una decisión fatal. La rapera Lil Bo Weep, quien tenía 22 años, termino con su vida el 5 de marzo pasado. Su padre fue quien contó más tarde padecía de entre otras, de adicción a las drogas.
Meses antes, el 31 de enero, sería Cheslie Kryst, quien fue ex Miss Universo por Estados Unidos en 2019, decidió apagar su vida al lanzarse de un rascacielos en Manhattan.
Otras estrellas conocidas que acabaron con su vida debido a la depresión fueron Robin Williams, quien falleció en agosto de 2014 en la ciudad de Nueva York, y el famoso chef Anthony Bourdain, quien se quitó la vida en un hotel de Francia el 8 de junio de 2018.