La vida de Ana, Horacio y Joaquín dará un giro inesperado.
Pese a que Ana y Joaquín decidieron intentarlo de nuevo con su relación amorosa, las cosas parecen estarse poniendo en su contra, ya que Magdalena y su hijo Teo se están quedando en la casa del periodista, mientras que la señora Ocampo decidió estar muy al tanto de la situación de salud de Horacio, su exesposo.
La decisión de Ana preocupa a Genoveva y Violeta, quienes aconsejan a su amiga a desentenderse un poco de Horacio por todo lo que pasaron juntos; sin embargo, ella se niega, con la disculpa de que no tiene a nadie más que lo cuide y es el padre de sus hijos.
En medio de todo, Ana llega de sorpresa a la casa de Joaquín teniendo un incomodo momento con Teo, el hijo del periodista, pues él quiere que sus papás estén de nuevo juntos y se lo hace saber a la señora Ocampo. Para llevar a cabo su plan, el menor habla con Florencia Valenzuela proponiéndole le ayude a separarlos, no obstante, ella se siente entre la espada y la pared.
Horacio empieza a recuperarse y le agradece a Ana estar a su lado, pues para él, ella sigue siendo muy importante en su vida.
Por otro lado, Emma tomó la rienda de la empresa de su papá, por lo que finalizó la fusión con Luciano y su empresa, una nueva oportunidad de trabajo que traerá buenas cosas para la familia.